sábado, 9 de julio de 2016

Para correr no siempre se necesitan zapatillas

 
Es martes, el centésimo octogésimo séptimo día del año en curso. Son las nueve de las noche y un grupo de sesenta fanáticos del running esperamos ansiosos frente a las puertas del TAGHeuer de Serrano, en Madrid capital, el inicio del "Great TAG Heuer runners connected team".
 
 
Mientras esperamos a golpe de cámara, un puñado de preguntas sobrevuelan nuestras cabezas: ¿Por qué la organización no ha dispuesto un pequeño cóctel de bienvenida que aplacara el terrible calor? ¿Nos regalarán uno de estos fantásticos relojes de lujo a cada uno? ¿Toda esta gente guapa ha pensado lo mismo que yo cuando ha visto a Josef Ajram? Y la que se repetía con más insistencia: ¿Por qué Roberto Leal no llega ya?
 
Vayamos por partes...
 
Las casualidades son combinaciones de pequeñas circunstancias imprevisibles e inevitables que se suceden en nuestra vida. Por tanto, casualidad es que escriba un artículo sobre Josef Ajram y su filosofía de vida (Where is the limit?) y un día después me entere de que va a estar en Madrid, junto a Roberto Leal, como embajador del lanzamiento del nuevo reloj conectado de la marca.
 
 
"No lo sé", "ni en broma", "seguramente" y "había mucho tráfico" son las respuestas a las preguntas que más se repitieron aquella noche. Y pensaréis: "Sí, sí, eso está muy bien, ¿pero qué es lo que se pensaba de Josef?". Yo os lo diré.
 
No es que me las dé de espigada, en absoluto, es que estoy acostumbrada a mirar a los hombres a los ojos y a las mujeres a la frente. Normalmente, no tengo que ponerme de puntillas ni estirar el cogote para ponerme a la altura del cuello de nadie. La estatura no es uno de los fuertes de la sociedad de hoy en día y tener a mi lado a un hombre que me saca una cabeza (incluso de puntillas) me sorprendió gratamente.
 
Josef Ajram y yo
 
¿Qué es lo que pensamos todos de Josef Ajram? "¡Joder! Qué alto, ¿no?". Y si no se lo preguntaron todos, yo sí lo hice, que conste. Como también me sorprendí de lo retraído que se mostró ante todos; cualidad que no esperaba en un hombre de su trayectoria profesional (podéis leer su trayectoria clickeando aquí).
 
Tampoco me esperaba la asistencia de algunos personajes al evento. Sí me esperaba, por supuesto, a Daniel Nicols, Kimberly Sunster e incluso a Pepa, la chihuahua toy de Roberto Leal que, por cierto, no vino (la chihuahua, digo). Pero en absoluto me esperaba la presencia de Héctor M. Romero ni la de tres héroes paralímpicos de los que también os hablaré.
 
Héctor M. Romero y Roberto Leal
 
Para los que no le conozcáis, Héctor es un paraguayo de veintiún años recién cumplidos que pasó de correr una San Silvestre a sumar tres Ultrafondo. Enérgico, soñador pero con los pies en la tierra es el fundador de Instarunners España, una pequeña comunidad de runners que acoge bajo su ala a cualquiera quiera que desee compartir kilómetros.
 
Héctor es un emprendedor con un imponente objetivo en mente (la Ultra Trail de Montblanc de 2017) que insufla en sus seguidores la misma energía que proyecta. Un crack, como le describen los que le conocen.
 
 
También pudimos disfrutar, junto a Blanca Panzano y Daniel Nicols, de tres héroes paralímpicos que, al final del evento, bromearon y posaron junto a Roberto Leal.
 
Deliber Rodríguez Ramírez consiguió el oro y el récord de Europa en los 400 metros lisos, prueba en la que también fue subcampeón en el Mundial IPC de Doha. Además, logró otros dos títulos con los equipos de relevos de 4x200 y 4x400 metros, por lo que terminó siendo nombrado Mejor Atleta del Campeonato.
 
Su hermano Dionibel Rodríguez Ramírez también formó parte de ambos relevos y sumó además la plata en los 400 metros lisos, siendo sólo superado por Deliber.
 
Idéntico trofeo obtuvo Fernando Batista, con los dos oros en relevos más una plata en 200 metros.
 
Deliber y Dionibel Rodríguez Ramírez y Fernando Batista fueron las principales estrellas nacionales, dejando a España en el cuarto puesto del medallero, en los mundiales de atletismo en pista cubierta. Unos CRACKS en mayúsculas, vamos.
 
Algunos envidiosos dirán que es photoshop
 
¿Qué es voy a decir de Roberto Leal que no sepáis ya? Sevillano, periodista, reportero, presentador de televisión, marido casi recién estrenado de Sara Rubio y papá de Pepa (la chihuahua de la que os hablé antes no de Peppa Pig, claro), iluminó el evento con su gracia innata.
 
A esto me dediqué yo mientras corrían
 
Roberto se mostró campechano, bromista y cercano con todos los que se arrimaron a él. Se dejó fotografiar hasta el cansancio y, aunque hizo amago de llevarse -con muy poco disimulo- la decoración que aderezaba el evento (es broma, por supuesto), no dejó de sonreír ni un minuto.
 
Sin duda alguna, un ingrediente imprescindible para un acontecimiento como el que se estaba llevando a cabo.
 
Prueba gráfica de que estuve allí
 
Vi muchas caras conocidas en las dos horas que duró la presentación, tuve conversaciones increíbles con algunos de ellos y, aunque no pude correr hasta el Retiro al lado de estos grandes, sí pude acompañarles con el corazón. Porque ¿sabéis qué? Para correr no siempre se necesitan zapatillas.
 
Lástima que esté lesionada y el médico me haya prohibido tajantemente calzarme las "zapas". Sin embargo, fue un orgullo estar presente y espero de corazón, en la próxima, poder unirme a la marea #dontcrackunderpressure y #connectedtorun
 
¡Gracias a la organización por invitarme!
 
 

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