sábado, 8 de octubre de 2016

Eres lo que eliges ser

 
Tostadas con mantequilla, churros con chocolate, una magdalena e incluso un muffin con café. Desde que nos levantamos hasta que nuestra cabeza descansa en la almohada, nuestra vida es una cadena de decisiones. Y son las tostadas, los churros, la magdalena o el muffin los que nos hacen ser como somos. Porque no solo es un desayuno, un brunch o un snack a media mañana. Es una decisión.
 

 
Con el resto de nuestra vida ocurre lo mismo. La ropa que vamos a ponernos ese día, el peinado, el perfume, los zapatos,... Todo son decisiones. Incluso la sonrisa que hemos escogido esa mañana es una decisión tomada con antelación.
 
 
Trabajar con buen humor o tener el rostro agrio. Comer una ensalada o disfrutar de un buen potaje. Realizar ejercicio físico o tumbarnos en el sofá. Quedar con los amigos o leer un libro. Luchar por nuestros sueños o renunciar a ellos. Cada elección, cada posibilidad, cada camino es una decisión. Y son el conjunto de todas esas decisiones las que nos hacen ser como somos.
 
La vida se divide en dos grandes grupos de personas: las conformistas y las luchadoras. En el primer grupo están las personas que se quejan (o no) de lo que tienen, que se dejan llevar por las aglomeraciones, que están tranquilas en su zona de confort, que no discuten. En el segundo grupo están las personas que luchan por sus sueños, las que se valoran y se hacen valer, las que discuten y defienden lo que creen, las que salen de su zona de confort para vivir nuevas y completas experiencias, las que miran la vida de frente y se enfrentan a ella.
 
 
Tú eliges cómo quieres ser. Tú eliges cómo quieres que sea tu vida. Tú eliges ser feliz.
 
Está claro que a nuestro alrededor siempre habrá cosas, personas, situaciones, circunstancias, hechos ineludibles que trastocarán nuestra vida en uno u otro sentido. Pero incluso esas interrupciones, esos pequeños impactos que sacuden nuestra existencia, nos harán tomar decisiones. Y siempre son esas decisiones las que marcarán el rumbo de nuestra vida, la dirección que hemos decidido tomar y la que finalmente tomaremos.
 
Tú escribes tu propio libro. No podemos elegir el final, está claro, pero siempre podemos elegir sobre qué escribir en el resto de capítulos. Amor, aventuras, trabajo, amistad, suspense, fantasía... Las posibilidades son innumerables y el resultado siempre será diferente, único, particular.
 
 
¿Quieres ser feliz? DECIDE. ¿Quieres tener una vida plena? DECIDE. ¿Quieres vivir aventuras, soñar, volar, saltar, cantar, gritar, bailar...? DECIDE.
 
¿A qué esperas?
 
 
¡Levántate! Sacúdete. Alborótate el pelo y sal a la calle a gritarle al mundo que existes, que quieres vivir, que quieres decidir. ¡Salta! ¡No esperes más! Porque tú puedes esperar a que algo suceda en tu vida pero la vida no va a esperar por ti.
 
¡Basta ya de grises! Decidamos por el azul o el rojo o el verde. Decidamos algún color, el que sea. ¡PERO HAGÁMOSLO YA!
 
DECIDE. Decide cómo quieres ser.
 
 

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