domingo, 24 de septiembre de 2017

El eterno yugo del escritor

 
Def. Escritor: nombre masculino y femenino. "Persona que se dedica a escribir obras literarias". Cervantes, por ejemplo, fue un escritor universal.

 
Seamos sinceros:
"No todo el que escribe es escritor
ni todo lo publicado debe ser considerado una obra literaria"
 
Y es que, cuanto más fácil nos lo ponen, más abusamos nosotros. Si, sumado a las facilidades del siglo en el que vivimos para publicar cualquier tipo de obra, añadimos la falta de sinceridad por parte de los "nuestros" (nuestros familiares, amigos y personas cercanas), el desastre está asegurado.
 
 
Vayamos por partes exponiendo los siguientes puntos:
 
Nº 1.- El don.
 
Es complicadísimo ser realmente bueno en algo porque, aparte de tener que contar con una sincera pasión por hacerlo, tienes que gozar de una habilidad indiscutible.
 
 
Yo puedo desear ser la mejor cantante femenina de rock del siglo XXI pero, si incluso en la ducha canto como un gato al que pisan su rabo, por mucho que lo intente, no alcanzaré mi sueño (es obvio). Así que, por favor, no me animéis a seguir intentándolo (os lo suplico).
 
No todos valemos para todo.
 
Nº 2.- Transmitir algo.
 
Soy de esas personas que piensan que, cuando se hace algo, hay que intentar llegar a lo más profundo de los demás de una u otra forma, aunque sea a través de una minúscula grieta.
 
 
La misión de una canción, por ejemplo, es hacer sentir al oyente, hacerle reír, llorar, bailar, pensar, soñar, desconectar... Hay mil variables sobre la causa de un efecto pero, con que solo una de ellas te valga a ti, es suficiente. Si no "contamina" tus entrañas, no merece la pena. Es mi opinión.
 
Nº 3.- Las herramientas.
 
Este punto es importantísimo, fundamental. No se puede construir una casa sin ladrillos como tampoco se puede escribir un Best Seller sin las herramientas adecuadas. No, no y no. La respuesta será siempre "no".
 
 
No puedes pretender escribir un microrrelato, un relato breve o -en tus sueños más alocados- una novela si tu ortografía, tu gramática y tu sintética son pésimas, por no decir nulas (teniendo en cuenta -además- que el corrector de Word hace la mitad de tu trabajo, es insultante que "caigas" en este error). Es como desear componer una canción sin tener ni idea de solfeo o protagonizar la película del año sin saber interpretar.
 
Por favor, familiares, amigos y conocidos, no alentéis a estar personas a construir castillos en el aire. Está bien que se tengan aspiraciones pero lo adecuado, antes de llevarlas a cabo, es formarte y prepararte para ello. Hazlo (prepararte, digo), sin dudar. Después, ya se verá. Todos los sueños tienen un sacrificio y un esfuerzo. ¿Cuál es el tuyo?
 
 
Nº 4.- La idea.
 
Saber qué queréis contar es clave para desarrollar el argumento: una historia de amor, una aventura, darle forma a un recuerdo, pulir a alguien que se personifica en tus sueños... Una vez la idea principal esté elegida, solo tendrás que saber en qué querrás basarla.
 
En este punto hay que decidir bien, ya que es muy diferente escribir sobre lo que uno quiere a escribir sobre algo solo porque es lo que más se vende.
 
Sea cual sea el tipo de novela que vas a escribir, tendrás que decidir el escenario, el rumbo (fijo o no) de la trama, los posibles factores sorpresas...

Si escribes novela romántica tipo "cañón"-se-enamora-de-"modelito"-de-turno (o viceversa) NO PUBLIQUES: está muy trillado. Poned un fin detrás, un porqué, una metáfora, una trama con algo que contar. Hay millones de novelas con distintos escenarios y otros tantos personajes basados únicamente en ese argumento. Por favor, tened piedad de vuestros lectores y escribid algo que merezca la pena leer.
 
 
El "Preludio de Suite no.1 para cello desacompañado", por ejemplo, me parece una de las composiciones solistas de Bach más memorables que he escuchado hasta ahora. Sus acordes arpegiados son, probablemente, los más frecuentemente realizados y reconocibles jamás escritos para violonchelo. Son notables los efectos implícitos tan profundos que Bach implanta en el hilo musical y que tanto se asemejan a una danza barroca que, aún sin quererlo, te transportan a otra época, otro lugar, otras costumbres... Sencillamente, memorable. Bach fue único plasmándolo en su obra.
 
Nº 5- Personajes.
 
Tan importante es tener algo que contar como la forma con la que se cuenta. Para ello, los personajes juegan un papel importante. Su personalidad, sus caracteres, sus miedos, sus anhelos, sus ambiciones, sus deseos... Todo ello cuenta para precisar un perfil que deberá permanecer a lo largo de toda la historia y que hará sentir al lector de una determinada manera.
 
 
En una balada lírica, por ejemplo, es raro contar con el sonido de una batería en el hilo musical. Sin embargo, aunque difícil, no es imposible introducir este instrumento si se hace de forma acorde al resto. Hay que tener tacto, eso sí. No todo vale para todo.
 
La línea que separa la necesidad de un personaje con los deseos de estos es tan nimia que a veces cuesta incluso encontrarla. No hay que atiborrar al lector de información pero tampoco es conveniente no empatizar con él.
 
Nº 6.- Información.
 
Si vas a escribir sobre algo, busca toda la información que puedas sobre el tema. Es ofensivo hablar de algo que desconoces con más o menos frivolidad. Nunca sabes quién te va a leer así que cuida las formas, la información que aportas, sé lo más ajustado que puedas a la realidad y plasma tu opinión sincera y respetuosa.
 
No hay patrones establecidos pero sí hay una serie de reglas cívicas no escritas que deben ser respetadas.
 

He leído obras que hablan de la violencia de género con una ligereza y un desconocimiento que ralla la indecencia hasta la ofensa. He leído novelas en las que sus capítulos hablan de accidentes de tráfico y sus secuelas de forma frívola e inhumana. He leído libros que hablan de las despedidas eternas como si el hecho en sí fuese algo natural, cuando una despedida no puede ni debe considerarse jamás algo usual ni indiferente. He leído sobre amores, desamores, despedidas, alcoholismo, adicciones, psicopatías, enfermedades, accidentes, muertes... Por favor, sed empáticos con las personas que sufren o han sufrido situaciones parecidas. Poneos en su situación.
 
Nº 7.- El encierro.
 
Esta es la fase más dura de todas. Cuatro paredes, un café o una copa de vino, el teclado, un montón de documentación y tú.
 
 
Una vez hallamos cumplido las reglas anteriores, plasmarlas en papel puede parecer fácil pero no lo es. Son un montón de horas de trabajo, de tiempo invertido y sacrificio que la mayor parte de las veces nada ni nadie las recompensa, salvo el resultado y la satisfacción de haberlo hecho.
 
La constancia es importante, al igual que estar alejado de las posibles distracciones; tener una rutina establecida.
 
Si escribir para ti es un hobby, por favor, no te quites innecesariamente horas de sueño ni tiempo junto a las tuyos. Siempre se pueden sacar un par de horas para dedicarte a tus aficiones sin tener que prescindir de lo que verdaderamente importa; hazme caso.
 
Hay que tener prioridades pero hay que saber identificarlas adecuadamente.
 
Nº 8.- Revisión.
 
Terminar de escribir un libro es relativamente fácil. Editarlo, revisarlo y publicarlo correctamente es lo complicado.
 
 
*Primera lectura. Lectura crítica.
En esta fase, hay que estudiar el argumento, el ritmo y la claridad.
 
*Segunda lectura. Revisión.
Las palabras, frases y párrafos deben ser examinados, incluso algunos eliminarlos o modificarlos por completo. Todos deben funcionar a nivel narrativo y dramático, deben definir la voz de la obra tanto como la de sus personajes.
 
*Tercera lectura. Ritmo.
Cada capítulo debe estar enlazado con el anterior y el posterior, de forma que entres tarde y salgas pronto.
 
*Cuarta fase. Lectura en voz alta.
No es lo mismo leer para uno mismo que leer con voz. Es complicado percibir repeticiones o cacofonías si no se lee el texto en voz alta.
 
*Quinta fase. Correcciones.
El corrector o editor para revisar todo el texto entra en juego en esta penúltima fase. Por favor, no saquéis al mercado una obra con faltas, sean estas las que sean.
 
*Sexta fase. Lectores beta.
Los lectores cercanos son los que realizan la última edición. Su opinión debe ser sincera y clara. Por favor, dejad a un lado los lazos de unión y hacedle un favor al escritor siendo francos con su obra. Hay un refrán que dice "mejor una vez la cara colorada que cientos amarillas".
 
Nº 9.- El eterno yugo del escritor.
 
 
Que un amigo o familiar cercano haya escrito un libro no significa que te tenga que gustar su obra. A cada cual le gusta un género determinado y acertar con todos es complicado.
 
Ahora bien, partiendo de esta premisa, una cosa es que el género de nuestro amigo no nos agrade y otra bien distinta es darle palmaditas en la espalda o aplaudirle por una obra que, gramatical y ortográficamente, está mal escrita.
 
Hay editores que se dedican a perfilar estas obras por un módico precio. Son excepcionales en su trabajo y engrandecen tu obra a niveles que ni siquiera imaginarías. Quien habla de editores, habla de maquetadores, editores de portada, traductores...
 
 
NO PUBLIQUES UNA OBRA MAL ESCRITA
 
Primero: perjudicas tu reputación.
Segundo: tus lectores se sienten ofendidos.
Tercero: las pérdidas siempre son más cuantiosas que las ganancias, ya sea hablando de número de lectores o económicas.
 
 
NO ENSALCES LA PALABRA DE UN MAL LECTOR A UN NIVEL QUE NO MERECE
 
Como escritora, me halaga que los que me leen afirmen que les gusta mi obra.
Como persona, acepto críticas constructivas y, además, las hago.
 
Jamás diré a ningún lector que su novela me ha encantado cuando no ha sido así como tampoco le alentaré a escribir más si las faltas de ortografía y gramática son un constante en su trabajo (por no hablar de las terroríficas traducciones). No, no y no. Es insultante, además.
 
Está muy bien (genial) que entre escritores nos apoyemos, sobre todo en un mundo tan competitivo como en el que vivimos en el que publicar un libro está a la orden del día dificultando destacar entre todos ellos pero, por "ganar" un lector, no aprobaré una obra si no es digna de ser elogiada.
 
 
Por favor, sepamos diferenciar el trabajo de una persona con la calidad de este. Si premiamos un trabajo mal ejecutado con falsos halagos, hacemos un craso favor al creador. Si, por el contrario, le indicamos cuáles han sido sus errores, este podrá subsanarlos si así lo cree conveniente.
 
Hay que ser empáticos pero también hay que ser justos.
 
Si todos valiésemos para todo, muchos serían Rafa Nadal, igual que muchos serían Freddy Mercury, Michael Jackson o Michael Jordan. Nadie elegiría ser el fracasado desconocido que se ha quedado en el camino de...
 
¿¡Quién sabe!? A lo mejor no tienes alma de escritor pero eres un excelente bailarín, un cantante digno de ser memorado o tejes unas bufandas que son la envidia de tus amistades.
 
 

4 comentarios:

  1. Difiero con bastantes puntos de los que expresas, en el que coincido es en el de las herramientas y otro mas, pero no todos son acertados. El primero siguiendo tu punto donde quieres ser cantante, porque lo vas a dejar cuando puedes trabajar en ello, ahora grandes autoras de literatura no fueron consideradas como tal hasta después de su muerte, así que quien dice que lo que te parece nefasto mañana no será considerado literatura, no lo sé leyendo tu post lo único que me lleva a pensar es ¿eres feliz? Has encontrado obras que para ti valen la pena(amalas) pero lo que para unos es basura, para otros es maravilloso, así que porque eso de no alentar a alguien a escribir, todo es cuestión del cristal con que lo miras, historias trilladas son prácticamente todas las que aparecen como los mas vendidos, y porque están ahí, porque hay lectoras que nos encantan cada autor le da diferente esencia, aunque la trama sea la misma. Perdona si te llegó a molestar con alguna de mis palabras, pero tras una novela mala, pésima, o como lo quieras llamar esta tiempo y esfuerzo de una persona, yo creo que menospreciar el trabajo de alguien tampoco está bien, lo siento si diferimos, pero es mi humilde opinión.

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    1. Hola, Melisgd
      Puesto que yo siempre soy muy franca en mi blog y fuera de él, también te contestaré con franqueza uno a uno cada punto que expones.
      Para empezar, indicarte que o bien no has leído el post completo o bien no has entendido el trasfondo del mismo.
      Yo no freno a las personas a que cumplan su sueño sino que -antes de tirarse a la piscina- comprueben si tienen las herramientas adecuadas: buena ortografía, buena semántica y una buena base, en el caso de que su sueño sea el de escribir. En caso de no tenerlas, les animo a prepararse, formarse y entonces sí tirarse a la piscina, si quieren.
      Las obras que a mí me han parecido pésimas, gracias a Dios, a muchísimas más personas también se lo ha parecido. No es casualidad que las únicas puntuaciones buenas (si las tienen) provengan de personas con los mismos apellidos o que sé a ciencia cierta (este mundo es muy pequeño) que son amig@s.
      Las obras que son maravillosas lo son siempre. Da igual si a mí (o a quien sea) le gusta ese género o no. Transmiten algo, están bien escritas y, al final, nos "tocan" la fibra. Por tanto, ¿quién iba a dudar de lo maravillosas que son? Te pueden gustar más o menos pero no puedes decir que la obra sea mala.
      Hablas de que las obras más vendidas son las más trilladas. ¿En serio? No sé cuál es el tipo de lectura por el que apuestas pero está claro que no es el que más se vende. Javier Sierra, Dan Brown, Carme Chaparro, Arturo Pérez-Reverte, Fernando Aramburu Irigoyen, Ken Follet... son algunos de los más leídos este pasado 2017. ¿De verdad afirmas que todas sus obras son réplicas a las anteriores escritas por ellos mismos?
      Yo no menosprecio el trabajo de nadie pero tampoco le animo a seguir tirándose piedras a su tejado. Cuando hago una crítica, lo hago constructivamente y, en todo caso, siendo sincera. ¿De qué le serviría a un autor una crítica mal dada? ¿Cómo le haría crecer eso como escritor o como persona? Si todos fuésemos sinceros, quizás, los escritores de esas obras que a mí me han parecido pésimas ahora estarían escribiendo genialidades. Sin embargo, por desgracia, optamos por votar erróneamente justificando tal acción con el trabajo que hay detrás de quien lo ha hecho.
      No te equivoques, Melisgd, tú puedes haber trabajado mucho y haber creado una obra pésima y puedes, porque tienes un don, haber trabajo menos y haber creado una genialidad. ¿Quién valora qué? Desde luego, los lectores. Eso sí, por favor, desde la franqueza, no desde el amiguismo.
      Para terminar te diré que, casualmente, para afianzar más mi postura, te diré que hace bien poco recibí un mensaje de una autora en la que me pedía un quid pro quo, es decir, ella me daba 5 estrellas a mi obra si yo hacía lo mismo por ella. Dime, por favor, que esto no es deplorable.
      ¡Ah! Y para terminar te diré que sí, sí, sí y sí. ¡Soy muy feliz! ¿Acaso no se me nota? ;)
      Un abrazo y ¡hasta la próxima!
      Lady

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