"Deseo que todos vuestros sueños se cumplan este nuevo año". "Ojalá lo mejor del 2017 sea lo peor del 2018". "Para este nuevo año os deseo salud, trabajo y amor". Bla, bla, bla... Yo voy a ser realista y voy a confesaros lo que realmente deseo para vosotros:
Yo deseo que, en este año 2018, os deis cuenta de las maravillosas personas que están a vuestro lado cada día, cada semana, cada mes sin que seáis conscientes del lugar que ocupan en vuestras vidas, dando por hecho su presencia. Que os percatéis de una vez que -en las buenas- esos familiares, amigos, compañeros, vecinos, conocidos... han estado ahí pero que, sobre todo, han estado en las malas, las importantes, las que de verdad cuentan. Yo deseo que agradezcáis haber podido contar con esas increíbles personas que han hecho de vuestro 2017 un año más llevadero, más tranquilo, más feliz. Que por fin abráis los ojos y veáis que a vuestro alrededor hay más personas que os quieren, os apoyan, os acompañan en el camino de las que vosotros creéis. Que el amor se define de muchas maneras y que, aunque no siempre aparezca en la versión que deseáis, sois afortunados de sentirlo en otras interpretaciones y modalidades. Yo deseo que abracéis cada uno de los significados con los que os referís al amor y los potenciéis con colores, brillantina, luces de neón y enormes pancartas de tinta indeleble para que no se os olvide que lo importante, muchas veces, está ahí, junto a vosotros.
Yo deseo que, en este año 2018, vuestra pereza, vuestra vagancia y las excusas que usáis para encontrar trabajo, mantenerlo o ganar más haciendo menos sean sustituidos por la constancia, el respeto y el esfuerzo. Que las cosas no vienen siempre como queréis pero que los batacazos nunca son tan fuertes como para no permitiros levantaros del suelo y enfrentaros a ellos. Que no todo es de color de rosa (gracias a Dios) ni de color cabrón, digo carbón. Que todo sucede por algo. Que si te presentas a trabajar como un alma en pena, tu trabajo será igualmente penoso. Que solo tú eres capaz de mostrar al mundo tu modalidad más firme, más segura, más convincente. Por tanto, yo os deseo en este nuevo año 2018 la mejor versión de vosotros mismos; la versión 18.0 que pide igual que da; la versión más dinámica, más perspicaz y más coherente; la versión en alta definición con doble soundround que todos querrían en sus "casas"; la versión que lucha por lo que cree y se merece.
Yo deseo que este año 2018 permita manteneros, como poco, como estáis. Que ni lo mejor es siempre mejor, ni lo peor es siempre peor. Que las arrugas no pueden compararse con la longevidad, ni unas tetas talla 120 con un corazón sano, ni un injerto de pelo con unos pulmones en buen funcionamiento. Yo deseo que vuestros deseos de permanecer siempre jóvenes no nublen vuestro tiempo en vida, que sepáis valorar el regalo tan maravilloso que se os ha dado y que sepáis tratarlo como se merece. Que aunque no es cierto que la vida son tres días, sí es cierto que son solo cuatro. Que mientras invertís en una piel más lúcida, despilfarráis el relleno tan maravilloso del que disponéis. Que podéis cambiar muchas cosas y soñar con modificar otras tantas pero, al final, la esencia está ahí. Que si vosotros no amáis lo que sois, no estáis orgullosos de cómo sois, nadie a vuestro alrededor logrará estarlo. Yo os regalo en este 2018 un espejo en el que podáis veros y aceptaros como sois; un espejo en el que vuestras arrugas, vuestras manchas, vuestra calvicie, vuestras enfermedades, vuestros achaques, vuestro declive sea hermoso a vuestros ojos; que todo aquello que os hace toser, sangrar, renquear, babear, balbucear, tropezar, llorar... os haga más grandes y más increíbles como personas, porque lo sois. Sois maravillosos tal cual sois, con lo bueno y lo malo.
Por último, quería desearos en este nuevo año 2018: coherencia. Que todas vuestras decisiones -sean las que sean- tienen consecuencias y deberéis aprender a aceptarlas; que si dais una bofetada, tendréis que estar dispuestos a recibir otra de vuelta; que si ponéis una zancadilla, deberéis aceptar que os la pongan a vosotros; que si decidís ser egoístas, deberéis aceptar tener menos después; que no podéis moveros por caprichos porque las consecuencias, por desgracia, no las sufrís solo vosotros; que hay cosas que hay que pensarse cien veces y, aún así, una ciento una nunca sobra; que los reclamos, los perdones con la boca chica y las tolerancias disfrazadas son mentiras con las patas muy cortas; que no solo existís vosotros, que las personas que os rodean también cuentan; que podéis justificaros ante ellos pero no ante vosotros mismos; que hagáis lo que hagáis, debéis estar orgullosos de lo que sois y de lo que hacéis; que la coherencia implica conexión y la conexión, relación; que todo efecto tiene una causa; que si no sabéis qué decisión tomar, poneros en el lugar del otro y acertaréis seguro. Por tanto, este año 2018 os deseo sensatez, cordura, lógica, racionalidad y coherencia, que nunca sobra.
Para todos vosotros, este nuevo año 2018 no os deseo la felicidad que se leen en los cuentos sino que sepáis ser felices con lo que sois y con lo que tenéis, que las perdices están sobrevaloradas y que, al fin y al cabo, nadie nos cuenta qué pasa después de que la princesa se case con el príncipe.
¡Feliz año 2018!
¡Igualmente!
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