Son muchísimos casos los que estoy escuchando a mi alrededor relacionados con una vida perseguida por el pasado, bien porque éste continua acosándonos bien porque no nos deja escapar de él (que es mi caso).
Y en ambos casos, por más que lo intento, no consigo descubrir de qué forma (mágica o no) podemos desprendernos de él (aunque sea ahogándole, que ya cansa).
En mi caso particular, llevo más de siete años sin poder escapar de mi pasado (ya os he hablado en otras ocasiones de él) y todo por una mala decisión (muchas, en realidad). Lo curioso de todo es que, cuando tomé mi última mala decisión, tuve un resquicio de duda que no quise escuchar. Esa pequeñísima duda es la que estoy pagando aún hoy.
Sin embargo, quiero creer en la justicia, en frases tipo "el tiempo pone a cada uno en su lugar" o "cada cerdo tendrá su San Martín". Y porque creo en la justicia, en el karma y en "siembra vientos y cosecharás tempestades", empecé mi vida de cero ya hace cinco años (aunque con esa lastra, claro).
Hoy, vivo locamente enamorada del hombre que se encuentra a mi lado; un hombre maravilloso, una bellísima persona que me ha demostrado una y mil veces que me ama y un hombre que, estoy segura, daría su vida por la mía sin pensárselo (no se lo pido, ojo).
Así que, animados a iniciar una vida juntos, aún con pequeñas grietas pasadas que esperamos resolver este año, hemos tomado una decisión: vamos a construir nuestro propio hogar a las afueras de Madrid. Es una decisión difícil y dura, pero estamos dispuestos a intentarlo con todas sus consecuencias. Y, aunque ganaremos en calidad de vida (nosotros y nuestra familia peluda), también nos alejaremos un poco de nuestras familias (lo que será durísimo).
Será una nueva experiencia que, confieso, me aterra, pero estoy dispuesta a arriesgar una vez más y a apostar por una vida en común con el hombre que quiero. ¡Deseadme suerte! (y que el pasado no nos acompañe, jajajaja)
¡Mucha suerte!
ResponderEliminarSuerte y a coger el toro por los cuernos!!!!
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