jueves, 23 de abril de 2015

Se ofrece puesto de trabajo estable

 
Las entrevistas de trabajo constan de cuatro fases que, debido a la crisis, se han modificado sustancial y temporalmente. Y no es que viajen en el tiempo o el fondo se haya modificado, no. Es que ahora una entrevista de trabajo suele ser más larga e intensa y con un contenido más insólito y curioso que el de hace unos años.
 
Me explico.
 
Fases de una entrevista de trabajo
 
1ª Fase.- El saludo
 
¿Nunca habéis escuchado eso de "aprieta bien la mano del entrevistador para que su primera percepción de ti sea seguridad"? Pues bien, esto ahora no funciona. Nunca. Jamás.
 
Si apretáis con fuerza la mano de la persona que os va a entrevistar, probablemente se la frote, te mire con odio incipiente y te diga (ordene bruscamente, más bien) que te sientes en la silla que tiene la pata coja (¡toma!, a ver si con suerte te pegas un batacazo en sus narices y su estado anímico consigue relajarse).
 
Ahora, en el segundo trimestre del año que nos compete (¡vamos!, el 2015), la manera más eficaz de aprobar con sobresaliente la primera fase es saludar con cordialidad mientras amable y ligeramente apretamos la mano del entrevistador, al tiempo que mostramos una sonrisa "Chandler" (famoso personaje de la mítica serie Friends) en la cara.
 
 
El truco está en parecer simpático (es más fácil si lo eres por naturaleza), social y modesto. Es una manera sutil de "meternos" al entrevistador al bolsillo (y no literalmente).
 
2ª Fase.- La entrevista
 
¡Ala, aquí vale todo! La mentira, el chantaje, la elusión,... son conceptos supra-valorados en este tipo de encuentros, y no siempre funcionan. ¡Ojo!, los entrevistadores se las saben todas. No queráis enseñar a mamá cómo criar a sus polluelos.
 
No sabemos inglés (ni "papa", vamos), pero le hacemos creer al entrevistador que sí. Ejemplo:
 
- ¿English?- pregunta el entrevistador-. You indicate that you speak, understand and write English at advanced level.
 
 
- Ehmmm (cara de haber visto un mono metiéndose el dedo en el culo y caer de espaldas después de olérselo). Sí, sí, con la práctica, iré afinando de nuevo el oído y me iré soltando en las conversaciones- le aseguras no muy seguro (sólo has entendido lo de "inglis" y estás dándole vueltas a la oferta que había en Groupon de "Aprende inglés en tres meses" por sólo 800€).
 
Eso sí, en esta fase, vale todo lo O-R-I-G-I-N-A-L. Y con original me refiero a cualquier medio, formato o recurso que pueda dar a conocer un poquito más de nosotros mismos.
 
Un currículum impreso en un tetrabrick de leche (fue mítico en su día):
 
 
Un vídeo currículum (muy recurrido):
 
 
Un currículum en formato juego de mesa (¿mande?):
 

Un currículum en forma de plano de metro (¡toma ya!):


¡Todo vale! Recordad que hay que ser sinceros (con algo de aderezo, eso sí. Los entrevistadores cuentan con ello) y que hay que ser humildes (no dejéis de dar vuestra opinión, de manera educada, por miedo a que no os vuelvan a llamar).
 
3ª Fase.- Vis-Á-Vis
 
En este fase, el entrevistador te cuenta en qué consiste el puesto de trabajo, horarios, sueldo (este último no siempre),... Y tú, a cambio, le preguntas dudas, posibilidad de incorporación a la plantilla, sueldo (si no te ha hablado de él)...
 
Esta fase, quizás, es la más importante de todas pues en ella vas a decidir si te interesa o no el puesto de trabajo. ¡Ojo! Igual que nosotros disfrazamos en ocasiones la verdad de nuestro currículum, los entrevistadores - a veces- maquillan las funciones del puesto de trabajo. Ejemplo:
 
Entrevistador: Estamos haciendo una selección de diez personas para un departamento que vamos a abrir en unos días.
Tú: ¿Y en qué consistirían mis funciones?
Entrevistador: Bueno, por supuesto, es un trabajo muy individual. Dependiendo de vuestra labor particular, interés y entusiasmo, vuestras retribuciones serían más considerables. Incluso puedes trabajar desde casa.
 
¡Vamos! Que te están ofreciendo un puesto de comercial y, ojito, que seguramente sea a puerta fría o a base de captación de clientes (es decir, "engañando" a amigos, familiares, conocidos...).
 
¿Cuántos de nosotros no hemos acudido alguna vez a una entrevista de trabajo para un puesto de Administrativo y luego ha resultado ser un puesto puramente comercial? Que tire la primera piedra al que no le haya pasado esto nunca (si estás buscando una piedra que tirar, seguramente tengas trabajo actualmente. ¡Bendito! ¡Qué envidia te tengo!).
 
 
En esta fase, también hay que tener claro el sueldo. Si el entrevistador no nos ha hablado todavía de las prestaciones económicas del puesto, debemos preguntárselo de buenas maneras (evitar la brusquedad es fundamental y además educado).
 
No se debe hacer:
Yo: ¿Y qué cobraría?
 
Sí se debe hacer:
Yo: Entenderá que tengo una serie de gastos fijos que debo cubrir al mes, por lo que me interesaría conocer el rango salarial en el que me movería para saber si me interesa o no incorporarme al puesto de trabajo que me está ofertando (muy pedante, lo sé, pero resulta).
 
4ª Fase.- Despedida
 
Esta última fase es tan importante como la primera, pues en ella dejaremos la última huella de toda la entrevista. Es como haber disfrutado de un deliciosa comida para luego degustar un tiramisú reseco e insípido. Es fundamental que el "postre" sea una explosión de sabores que dejen un regusto agradable en la boca del interlocutor (y con esto no me refiero a arrodillarte delante de él, mal pensado. Sólo era una metáfora).
 
Se recomienda preguntar cuándo se pueden saber los resultados de la propia entrevista, así como estrechar la mano con naturalidad y sin prisas a la hora de marcharnos. Reimprimiremos de nuevo la sonrisa "Chandler" en nuestra cara y nos despediremos con afabilidad.
 
No se recomienda, en absoluto, salir con prisas mientras miramos el reloj o tiramos el perchero o la silla coja en nuestro apresuramiento por salir de allí escopetados. Es fundamental dar una impresión de serenidad, comodidad y haberse sentido a gusto con el entrevistador (se lo transmitiremos a él con nuestra actitud en plan "papel cebolla").
 
 
Por lo demás, sólo queda cruzar los dedos (todo lo que puedas, eso sí, que falta hace hoy en día) para conseguir el puesto de trabajo; si es que es lo que buscábamos. 
 
A los que estáis esperando que os llamen
 
 
Haberlas haylas, aunque muy muy muy escasas, pero si han pasado más de dos semanas (o tres o cuatro) desde la entrevista de trabajo, perded la esperanza y a otra cosa mariposa.
 
Reflexionad sobre qué puede haber fallado y en qué podéis mejorar para la próxima vez. ¡Quién sabe! Quizás caiga la breva esa vez y encontréis el puesto de trabajo estable que soñáis (un horario de 9am a 21pm cobrando 800€ brutos mensuales con pagas y vacaciones prorrateadas. Si la oferta es mejor que esta, ¡cogedla! ¡Es el trabajo de vuestra vida!).
 
A los que tenéis actualmente trabajo
 
Os odio. No, mentira. ¡Os envidio! No, os odio. No, en serio, os envidio (je-je-je, risa de niña tonta histérica).
 
 
Una pregunta (esta vez en serio): ¿Cómo lo habéis hecho? ¿Cuál fue vuestro truco? (podéis mandarme privados con vuestros consejos). Ejem, ejem.
 
 

1 comentario:

  1. Lo del trabajo de comercial oculto tras palabras bonitas está a la orden del día.

    ResponderEliminar