En mi casa, he llegado a la conclusión de que no tengo ninguna autoridad. Y no es porque no quiera tenerla, que ya me gustaría, sino porque tengo tres perros (en ocasiones, más) que son más listos que yo. O más pícaros, no sé, pero me ganan.
Por ejemplo, tienen una habilidad pasmosa para, con un disimulo innato en ellos, subirse al sofá. Yo lo llamo "Sofing dog". Básicamente consiste en subirse al sofá y encontrártelos ahí arriba de sopetón. Las reglas son muy básicas: Lo hacen lentamente, despacio, mientras tú estás pensando en tus cosas o ves algún programa para nada interesante en la televisión. Vamos, que estás despistado o distraído. ¡Y ya está! ¡Están arriba! Ahora sólo les queda el desplazamiento horizontal. ¡Qué también lo hacen! Primero un estiramiento hacia la izquierda. Luego, otro estiramiento hacia la derecha. Que si voy a bostezar y tengo que estirar bien el cuerpo. ¡Y voîla!, ya han ganado algunos centímetros más. Cuando te quieres dar cuenta, tú estás en el suelo y ellos repantigados en tu sitio. O, lo que es peor, tú sentado y ellos encima, en plan manta eléctrica, porque menudo calor dan.
Una variante de la anterior, muy parecida, es la de echarte de la cama. Te tumbas feliz en el colchón deseando descansar y soñar con cosas bonitas y ellos también, claro. Que imagino que también querrán descansar; no les parecerá suficiente con dormir quince horas al día, no. Necesitan muchas más horas las marmotas.
A mitad de la noche, casi por casualidad, te despiertas y te encuentras arrinconado en una esquina de la cama, sin manta y con el perro bien estiradito al lado tuyo. En mi caso, he de decir que ¡mi cama es de 150cm! Auténtica habilidad la que tienen.
Otra gran habilidad es la que yo llamo "Pastillas Free". Y os preguntaréis: ¿por qué? Muy sencillo. Cuando alguno de mis perros tiene que tomar alguna pastilla o alguna medicación por la razón que sea (siempre ordenado por el veterinario, ojo, que no vamos a lo loco. Al menos, lo intentamos), la mezclo con el pienso. ¡Y qué habilidad, oye! Se comen todo, absolutamente todo, ¡menos la pastilla! No dejan ni un grano de pienso. Eso sí, la pastilla ahí está. Solitaria y triste en mitad del cuenco. ¡Qué habilidad! ¡Qué envidia! Ya me gustaría a mí tener esa habilidad para hacer lo mismo con los guisantes de la paella, ¡que menudos son!
Mis perros son unos listos, demasiado. ¡Si hasta han inventado juegos! Está el juego de "vete tú a por la pelota". Hay muchas variedades de este juego. La pelota se puede sustituir por un palo, un juguete o cualquier cosa que se nos ocurra tirarle al can. Las reglas son muy básicas:
1º Tú tiras el objeto
2º Le ordenas a tu perro que vaya a por él
3º El perro no va
4º El perro te mira con cara de "tú estás flipando".
5º Tú vas a por el objeto
6º Repites la operación
En este juego, el número 4º puede repetirse varias veces y por razones variadas, y el número 6º deja de repetirse cuando, en posición de dueño (porque de amo y señor, nada) te encuentras cansado.
Hay incluso leyendas (urbanas, claro) de que hay perros que han inventado la globalización. Se dice que uno de ellos empezó a rascarse y a rascarse y... claro, pues pasó lo que tenía que pasar. ¡Que inventó la globalización! Pero de pulgas. ¡Y en su rabo! Particularmente, no me creo la leyenda pero hay gente que asegura que el cuñado del primo del hermano del hijo de la amiga de la tía del panadero lo ha visto, y todo con sus propios ojos. ¡Oye!, que igual sí es verdad. No lo voy a poner en duda yo, que soy una mindungui.
En la sociedad en la que vivimos tan avanzada, junto con la capacidad que están demostrando tener estos animales peludos (que son muy avispaos, ya os lo digo yo), no me extrañaría que acabasen siendo ellos los que eligiesen la programación de la televisión...
Que ya lo veo venir...
Perro: ¿Ya se ha terminado "El encantador de perros"?
Dueño: Anda pon Gran Hermano 207, que está muy interesante. Van a meter una vaca y les van a hacer ordeñarla y todo. ¡Y no saben ni lo que es!
Perro: Voy a ver si aún está Animalia.
Dueño: No seas malo. Anda, pon GH207.
Perro: Como te sigas poniendo igual de tontorrón, todavía pongo "El blog de mi perro", ¿eh?, que está superinteresante.
Y así consiguieron, que a mí me lo contó el hermano del vecino de la chica que trabajaba para el cuñado del primo de la sobrina de la hija de la chica de la tienda de la esquina, que acabaron conquistando el mundo. ¡Si hasta juegan a los videojuegos los muy... perros!
¿Qué será lo próximo, por Dios? ¿Qué hagan ellos la comida en casa y a nosotros nos pongan pienso? ¿Qué sean ellos los que directamente nos tiren el palo? ¿Qué nos obliguen a dormir en el suelo mientras ellos sintonizan el canal que quieren ver tumbados en el sofá? ¿Qué llamen a "pienso-basura"? ¿Qué compren en "tele-perro" las ofertas que anuncian en televisión?
¿Qué será lo próximo? ¿Qué? Porque a mí miedito me da... ¡Yo no diga "ná"!
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