jueves, 13 de noviembre de 2014

¿Demasiada imaginación?

 
La imaginación está infravalorada. Siempre ha sido así y, por Dios, espero que no siempre sea así.
 
No es cuestión de inventarse cosas, sino de conseguir que una misma cosa tenga muchísimas funciones, formas y/o utilidades, y el único instrumento que utilicemos para ello sea nuestra propia imaginación.
 
Como decía Einstein, el gran Einstein: "La imaginación es más importante que el conocimiento". ¡Y qué gran verdad!
 
Recuerdo que, cuando era niña, y mis padres me regalaron una muñeca que bailaba (la pobre muñeca sólo movía la cintura de izquierda a derecha y a la inversa, sucesivamente), yo vi reflejada en ella una muñeca aburrida y con poca inventiva (una decepción, ya os lo digo, porque yo quería una muñeca que brincara, diera volteretas y volara con la música, y me trajeron... en fin, me trajeron eso). Pensaba para mí que la pobre muñequita era muy sosa, así que la puse a redirigir el tráfico de los coches de mis hermanos, la utilicé de azafata de vuelo e, incluso, la bombardeé a preguntas cuya respuesta siempre era la misma: "no".
 
Vamos, que la muñeca hizo de todo menos bailar, pero con ese vaivén...  ¡te invitaba a ello!
 
 
Y es que la imaginación es una fuerza poderosísima que nos abre las puertas de infinidad de caminos repletos de aventuras.
 
Y yo me pregunto: ¿Quién no se ha tumbado en el césped un día cualquiera de verano y ha buscado formas y objetos en las nubes? ¿Quién no ha jugado a indios y vaqueros? ¿Quién no ha tomado el café en la mini-salita de una niña de tres años? ¿Quién no ha invertido cuatro, cinco o seis horas de su tiempo a colocar un fuerte de clicks en una esquina de la habitación y un campamento indio en la esquina contraria?
 
Señores, seamos sinceros, la imaginación es una cualidad que debería ser obligatoria en cualquier colegio, instituto, universidad y trabajo. Es una aptitud que tomamos con muchísima ligereza y que, por contra, nos puede aportar infinidad de oportunidades.
 
 
Si por mí fuera, y lo mismo pienso del idioma inglés (aunque no voy a entrar en polémica), la imaginación debería ser un requisito indispensable para cualquier trabajo.
 
Cierra los ojos, deja la mente en blanco y piensa en ello. ¿A qué tengo razón?
 
Claro, que yo también soy de las que pienso que un buen libro (o uno malo, para qué engañarnos) puede enseñarnos muchas cosas y abrirnos muchos frentes, así que mi razonamiento tiene sentido si seguimos esa lógica.
 
Vamos a hacer un pequeño ejercicio...
 
Tests de creatividad
 
Los tests de creatividad sirven como una leve fuente de inspiración, la cuál nos ayuda a que surjan diversas ideas, y con ellas lograr usar las que más nos inspriren para lograr nuestro objetivo.
 
En el test de creatividad vamos a usar los tests de las Os:
 
Test de las Os vacías:
 
 
El ejercicio consiste en que le des forma a cada par de Os con el fin de llenar el folio de cosas dispares y curiosas, como el siguiente ejemplo:
 
 
¿Te animas?
 
 

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